Un grupo de Diputados de El Salvador han presentado un proyecto de Ley para la tipificación del delito de «uso de perfiles falsos en redes sociales, periódicos y revistas digitales sin personas responsables«, dicha conducta es sería sancionada con un periodo de 8 años de prisión. De una simple lectura podemos concluir que dicha tipificación tiene por finalidad, evitar el libertinaje de expresión, tomando en consideración que el contexto de las sociedades de los países de nuestra región se caracteriza por la existencia de gobernantes con comportamientos equiparables a monarcas, revestidos con todo el andamiaje legal que protege estas actuaciones, y en donde los ciudadanos integrantes de la sociedad civil y los medios de comunicación quedan expuestos a los caprichos de los gobernantes de turno.
La mayoría de las ocasiones no queda más que apoyarse en el anonimato de las redes sociales para denunciar los abusos del poder en contra de las libertades individuales y los derechos humanos, lo que a su vez, constituye el mecanismo para salvaguardar la vida del individuo.
Sin embargo en esta era de la información y manipulación de la información confluyen ciudadanos con buenas intenciones y otros con el ánimo de desinformar y calumniar. No obstante lo anterior, esta última práctica es utilizada también por los gobernantes con el propósito de desinformar, desacreditar.
Para combatir los flagelos descritos, la mejor alternativa es educar a la población de manera tal que sea responsable con la información que recibe, y en consecuencia, verifique las fuentes. Este actuar responsable se denomina cultura digital tengamos como referencia que en nuestras sociedades existen varios componentes y la relevancia de la educación al usuario es un elemento fundamental en nuestra actual sociedad digital.
Las experiencias en países latinoamericanos en tratar de regular las redes no ha sido afortunada ya que la misma arquitectura distribuida de la red, hace imposible un control de los contenidos. Esta arquitectura descentralizada es la bondad donde descansará la democracia participativa, la cual elimina los intermediarios y es lo que llamamos democracia bidireccional.
Finalmente hemos de indicar que nos encontramos en una era donde los paradigmas de nuestra democracia están en constante transformación, en el que las tecnología y en este caso, las redes sociales son un herramienta poderosa capaz de generar una crisis geopolítica como fue lo acontecido posterior a la primavera árabe, por lo tanto hoy más que nunca en la historia de la humanidad en el que los índices de credibilidad de nuestras instituciones son bajas se debe hilar muy fino a la hora de establecer como objetivo la regulación de los contenidos con el pretexto de la defensa de la calumnia y la honra.
¹ Créditos de imagen a: How Much Does It Cost.
